Desmontamos 5 mitos acerca del cambio climático

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No hay día que pase sin que oigamos las palabras “cambio climático”, en la televisión, radio, redes sociales, etc, pero ¿sabemos realmente que es?¿es cierto todo lo que se dice?.  

Hoy, os traemos un artículo que os servirá para aclararos un poco más las cosas respecto al cambio climático. Vamos a desmontar y explicar rigurosamente los mitos más populares y extendidos acerca del cambio climático.

Si hay calentamiento global porque cada invierno siguen habiendo olas de frío?

Este es el argumento más habitual entre los negacionistas, si hay calentamiento global ¿cómo es que en el exterior tenemos una ola de frío con temperaturas inferiores a cero?.

Pues bien, el primer fallo lo tenemos en las palabras calentamiento global, aunque es cierto que la temperatura media del planeta es cada vez más alta, el termino “cambio climático” se adapta más adecuadamente a lo que está sucediendo.

 

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Según la NOAA (Agencia Oceánica y Atmosférica Nacional), agencia norteamericana de referencia mundial en cuanto a ciencia meteorológica y oceánica, el calentamiento global se refiere solo a la temperatura de la superficie de la Tierra, mientras que el cambio climático incluye el calentamiento y los «efectos secundarios» de este calentamiento.

Entre los efectos secundarios encontramos eventos climáticos cada vez más extremos, es decir, está demostrado que el cambio climático está provocando olas de frío y de calor más duras, huracanes más potentes y más frecuentes, etc. E aquí el porqué estamos empezando a ver en los medios de comunicación, cada vez con más frecuencia, noticias que hacen referencia a eventos climáticos de un calibre nunca antes visto: temperatura más baja registrada en los últimos 50 años, temporada de huracanes en el Atlántico con más actividad desde que se tienen registros, etc.

Siempre a habido cambios climáticos, es algo cíclico del planeta

Si, es cierto, la ciencia que estudia el clima del pasado, el paleoclima, tiene más que demostrado que a lo largo de la historia de nuestro planeta, la temperatura media ha ido oscilando constantemente, dando lugar a las famosas “edades de hielo” o glaciaciones cuando la temperatura media de la Tierra se situaba en sus mínimos.

No obstante, el problema aquí reside en el hecho de que estamos en un periodo de aumento de temperatura nunca antes visto, por su rapidez de aumento y sus valores. A pesar de ser un evento cíclico, la entrada en acción del hombre ha provocado su aceleración e incremento de tal manera que al planeta no le está dando tiempo a estabilizarse y controlar dicha subida de temperatura.

Gráfico de anomalías de la temperatura global
Gráfico de anomalías de la temperatura global ©Our World In Data

Nunca antes la temperatura media había alcanzado valores tan altos y tan rápidamente, lo que provoca, que la naturaleza no tenga tiempo de realizar las modificaciones adecuadas para acomodarse a estos cambios. 

En otras palabras, el rápido aumento de las temperaturas desestabiliza la naturaleza, provocando extinciones de especies de todo tipo que no están teniendo tiempo de adaptase como sí tuvieron en los otros cambios climáticos más lentos y suaves registrados anteriormente.

No nos afecta, solo afecta a las zonas polares.

Cuando pensamos en el cambio climático, a la mayoría de nosotros nos viene a la cabeza la pérdida de hielo en los polos o la imagen de un osos polar desesperado buscando comida o perdido en un iceberg en las aguas del Ártico.

Es la imagen más llamativa y popular de los efectos del cambio climático, pero éste afecta a todo el planeta. Por ejemplo, que cada vez encontremos especies invasoras, sobretodo tropicales, a latitudes que no deberían estar, como el mosquito tigre en Europa o el pez león en el Mediterráneo, es un síntoma de que la temperatura ambiental está en aumento y por eso esas especies se encuentran “cómodas” en unos sitos que para ellas deberían considerarse fríos.

©Nariman Mesharrafa

Las sequías son otro síntoma claro del cambio climático. Si, tenemos agua embotellada que podemos traer de otra parte del mundo, pero ¿qué pasa con los animales y con las plantas? La falta de agua pone en peligro su supervivencia. Además aumenta los costes económicos y el impacto medioambiental para la ganadería y la agricultura. 

Por otro lado, hay que destacar como el aumento de incendios forestales debidos a la sequía en el monte, que pueden llegar a poner en peligro los ecosistemas y las vidas humanas.

Efecto invernadero es causado por el hombre

Aunque inconscientemente nos viene a la cabeza el cambio climático cuando oímos hablar del efecto invernadero, no son lo mismo. 

El efecto invernadero es un fenómeno natural sin el cual la vida no hubiese sido posible. La atmósfera contiene de manera natural gases de efecto invernadero, los cuales retienen parte del calor que nos llega del Sol y lo reparten equitativamente dando a todo el planeta una temperatura media adecuada para el desarrollo de la vida.

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El problema viene cuando las emisiones provocadas por el ser humano aumentan la cantidad de gases de efectos invernadero en la atmósfera. Un aumento de estos gases implica un aumento del calor retenido y, por tanto, un aumento de la temperatura media del planeta, lo que nos devuelve a las consecuencias derivadas de que la naturaleza no está preparada para responder a un aumento tan rápido de temperatura.

Ya no hay vuelta atrás

Para empezar, tenemos que desplazar ese pesimismo de nosotros mismo. Si creemos que esto es verdad  y que no hay vuelta atrás, ¿porqué tendríamos que trabajar para solucionarlo?

Un cambio de mentalidad global sería ideal, pero siendo realistas, aún nos queda mucho para lograrlo. Para conseguir una estrategia política global que combata el cambio climático, sería aconsejable empezar a realizar cambios de hábito en nuestro día a día.

Cada recipiente de plástico que no usemos en casa, cada gramo de efecto invernadero no emitido porque hoy hemos decidido ir andando al trabajo o coger el metro, cada bolsa que no hemos cogido porque llevábamos las nuestras de tela… son acciones increíblemente valiosas para el medio ambiente. 

 

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Puede que pienses que tus actos, como una sola persona, no vayan a mejorar la situación pero recuerda que toda acción, todo avance, todo descubrimiento empieza con la determinación de un primer paso. 

Tu decisión de comenzar a cambiar tus hábitos se convierte en un ejemplo a seguir para tu entorno y de esa forma tu iniciativa se pone en valor.