La contaminación de nuestros mares y océanos por plásticos es un hecho innegable que nos afecta a todos por igual.
Las personas que trabajamos y vivimos del mar sabemos que es prácticamente imposible salir al agua sin ver plásticos o basura de cualquier tipo. Los buceadores, por ejemplo, ya nos hemos acostumbrado bucear y ver plásticos flotando o en el fondo enredados entre piedras y algas.
La mayoría de las productos plásticos que encontramos son envases o productos de un solo uso como envoltorios, bolsas de plástico, etc. A raíz de este dato la Comisión Europea realizó hace unos años un estudio para ver cuales eran los plásticos de un solo uso más habituales que se encontraban en las playas de Europa y realizo un top 10 para tratar de concienciarnos y abrirnos los ojos respecto a la problemática de los plásticos.
Colillas de cigarros
Probablemente la presencia de estos residuos que la Comisión Europea a incluido en el top 10 de los más encontrados en las playas sea única y exclusivamente responsabilidad de las personas fumadoras que incívicamente tiran las colillas a la arena en lugar de guardársela para luego tirarlas adecuadamente.
A parte de terminar en los estómagos de los animales que las pueden confundir como alimento, las colillas tardan aproximadamente 10 años en degradarse y, durante todo ese tiempo liberan sustancias tóxicas que pueden llegar a contaminar más de 10 litros de agua por cada colilla además de perjudicar gravemente a la fauna y flora de la zona.
Globos infantiles
Todos hemos tenido en nuestras manos un globo alguna vez, ya sea de cumpleaños o con algún motivo animado. Rellenos de aire o helio estos globos muchas veces se les escapan de las manos a los niños y terminan por acción del viento cayendo al mar.
A demás, en muchas festividades o celebraciones se lanzan cientos de globos al aire como acto simbólico, globos que al ser liberados ofrecen un espectáculo muy bonito pero que, sin embargo, quedan a merced de las corrientes de aire y, de nuevo, terminan llegando a las playas y al mar donde son confundidos fácilmente por alimento.
Envases de comida, vasos y pajitas, y cubiertos desechables.
Envases de comida de un solo uso como, por ejemplo, los usados en los repartos de comida a domicilio, cumplen su función una única vez y terminan en la basura. De igual manera les ocurre a los vasos, pajitas y cubiertos de plástico desechables.
De nuevo, la mala gestión de los residuos que se hace desde las administraciones y/o desde nuestra propia casa así como el descuido o el incivismo de algunos, hace que estos envases terminen en la naturaleza generando enormes problemas a la fauna y flora de la zona.
Bolsas
Las famosas bolsas de plástico fueron las primeras en ponerse en el punto de mira cuando empezó a incrementarse la preocupación por la contaminación de plásticos.
Fácilmente confundibles por alimentos, provocan asfixia y numerosos problemas a todo aquel ser vivo que se cruce en su camino y tardan cientos de años en desintegrarse por completo.
Botellas
Al igual que las bolsas de plástico, las botellas de plástico tienen una vida útil muy breve, lo que provoca que formen gran parte de los residuos generados en los hogares y, por tanto, de los residuos encontrados en las playas.
A parte de los problemas derivados de su presencia en las playas de por sí, las botellas de plástico suponen una de las fuentes más importantes de microplásticos, ya que son fácilmente foto degradables.
Envoltorios de dulces y snacks
Su pequeño y ligero tamaño hace que los envoltorios de dulces y snacks se escapen de las basuras y vertederos por acción del viento.
Además, el despiste de muchos, junto que el echo de ser un producto muy popular cuando se va de excursión o a pasar el día a la naturaleza, en este caso la playa, hace que estos productos se encuentren en el top 10 de los más abundantes en las playas.
Bastoncillos de algodón y productos de higiene femenina.
Estos productos de un solo uso acaban muy fácilmente llegando a la naturaleza y, de nuevo, nos encontramos ante que las características de estos productos los hacen muy propensos a ser confundidos con alimento.
Todos y cada uno de los productos plásticos de un solo uso detallados por la Comisión Europea como los más abundantes en las playas, son perfectamente evitables en nuestro día a día.
Implantando una serie de medidas y cambios de hábito en nuestras costumbres podremos evitar fácilmente que nuestras playas, océanos y montañas se conviertan en basureros de plástico.