Hoy en día, pocas personas son conscientes que la contaminación por plásticos resulta un problema que nos afecta directamente a nuestros bolsillos.
El impacto de los plásticos, tanto macro como microplásticos, es amplio, y no se restringe solo a la fauna marina sino que también afecta a la economía mundial de multitud de diferentes formas, siendo los desechos marinos uno de los factores que pueden socavar los beneficios de los servicios de los ecosistemas marinos.
El verano ya está aquí y con él las ganas de unas buenas vacaciones en la playa, una playa de aguas cristalinas y arena limpia sería lo ideal, lo que todos buscamos. Las autoridades competentes son conscientes de ello y por eso, una de las principales tareas cuando llegan las buenas temperaturas es limpiar a fondo las playas y, como toda tarea, tiene un precio.
La presencia de plásticos en la costa tiene un efecto negativo en el turismo, ya que las playas contaminadas pueden desanimar a los visitantes, reducir su número y provocar la reducción de los ingresos y la pérdida de puestos de trabajo en el sector del turismo.
Asimismo hay que añadirle un aumento de los costos de limpieza para mantener las actividades turísticas y de recreación y para prevenir el daño a las playas, por ejemplo el Reino Unido gasta al año 18 millones de euros en la limpieza y el mantenimiento de sus playas. Algunos informes estiman que el sector dedicado al turismo pierde más de 200 millones de euros cada año por la contaminación marina de plásticos.
Además, el turismo aumenta la generación mensual de residuos en temporada alta, lo que puede provocar que los municipios se vean sobrepasados por la afluencia adicional de desechos, dando lugar a que no se recojan los residuos o a prácticas de gestión inadecuadas. Como resultado, la industria turística a menudo asume el costo de la limpieza para asegurar que los lugares sigan siendo atractivos para los turistas, lo que repercute en notables pérdidas para el sector.
Por otro lado, el impacto de la contaminación por plásticos no solo se restringe al sector turístico, sino que también suponen un gran problema para el sector pesquero. Los desechos plásticos marinos pueden obstruir los motores de los barcos y las redes de pesca, lo que provoca la interrupción de las operaciones de pesca.
El mayor costo para el sector está relacionado con los daños y el mantenimiento de los barcos causados por la colisión con los desechos de plástico, y también se producen retrasos causados por el hecho de que las redes de pesca se llenan de plástico en lugar de peces, así como la necesidad de realizar reparaciones en los aparejos de pesca por daños derivados de la interacción de éstos con plásticos. En total, se ha calculado que el coste total de los impactos derivados de la presencia de desechos marinos para la flota pesquera de la Unión Europea es de 61,7 millones de euros al año.
En conclusión, podríamos estar varios párrafos más detallando la cantidad de daños y pérdidas que provoca la presencia de plásticos en los océanos. Más allá de los impactos que provocan a los ecosistemas marinos, nuestros bolsillos y la economía mundial también se ven gravemente perjudicados, por lo que reducir el consumo de plásticos es vital y es tarea de todos, ya que de una manera u otra, todos nos vemos afectados por este tipo de contaminación.